Del año exacto de su construcción poco se sabe, los documentos que podrían atestiguarlo desaparecieron devorados por el insaciable paso del tiempo. La memoria popular nos cuenta que se construye entre 1830 y 1840 por parte de una de las familias más acaudaladas de Málaga, los Heredia.
La fortuna no siempre sonreiría a los Heredia, quienes llegados desde La Rioja supieron labrar su futuro en Málaga. Debido a la presión económica se vieron obligados a vender en 1925 la hacienda a los Larios, otra de las grandes familias de Málaga. La familia Heredia y Larios mantenían una estrecha amistad tanto en lo personal como en los negocios, ambos venidos de la misma comarca. Formaban parte de la alta burguesía de la provincia, los últimos tenían otro caserío a apenas 2 kilómetros de este.
Tras los Larios llegó la familia Quesada y en 1952 un médico de Valladolid, que gracias a su buena posición económica pudo entrar a formar parte de la historia de este cortijo, aunque nunca lo habitó.
Los últimos inquilinos de este caserío fueron la familia Vega Jurado, quienes lo adquirieron en 1975 y de donde proviene el nombre por el cual es tan conocido. En el año 2000 fue adquirido con la intención de convertirlo en un hotel de lujo, proyecto que quedó en el olvido y que proporcionó nuevas leyendas al Cortijo Jurado. Recuerdo escuchar en clase historias sobre las experiencias paranormales de los trabajadores en dicha obra o de curiosos que caían en profundos orificios del terreno; era chismorreo creo, nunca leí nada oficial sobre aquello.
Leyendas y desapariciones
La leyenda comienza tras la muerte del patriarca de la familia Heredia. Con los nuevos herederos de la finca comienzan a desaparecer chicas jóvenes en los alrededores entre los años 1890 y 1920; estas eran asesinadas tras sufrir supuestas vejaciones y rituales de índole satánico. Algunos de los cuerpos de las jóvenes se encontraban más tarde junto a la ribera del río Campanillas, no muy lejos del cortijo.
Las miradas se centraron en la familia Heredia, la que se suponía culpable de haber importado prácticas satánicas a causa de las amistades que mantenían en Francia e Inglaterra. Se sospechaba que las víctimas habían sido transportadas por túneles secretos y que en los sótanos de la masía habría máquinas de tortura, utilizadas quizás en un pasado por la inquisición.
Origen de la leyenda
El origen de la leyenda se encuentra en algunos de los propios trabajadores del cortijo y más tarde en Manuel Martín; un joven que en 1942 y como acto de valor frente a sus amigos, se introdujo en uno de los pasadizos ya abandonados. El cortijo era habitado por temporadas en aquel entonces; ya lastraba de tenebrosas leyendas que habían surgido de quienes en el mismo trabajaban.
Según contó el joven tras su furtiva incursión llegó a encontrar una sala con máquinas de tortura y huesos desperdigados. Por miedo a ser descubierto dejó todo en su sitio y salió corriendo presa de un pánico jamás sentido; fue un momento que siempre le ha helado la sangre al recordarlo. Este muchacho ha mantenido el mismo testimonio a pesar de los años, según cuentan los vecinos e investigadores que le han conocido.
En aquel momento nadie creyó al joven de 18 años y pensaron que había sido víctima de la leyenda negra del cortijo; un joven sugestionado por las oscuras historias del lugar que se contaban.
Pasadizos subterráneos del Cortijo Jurado
Es una realidad que el edificio cuenta con sótanos y pasadizos que posiblemente conecten con el cercano Cortijo de Colmenares; actual Club de Golf Guadalhorce y antigua residencia de los Larios construida en el siglo XVIII.
Bastantes haciendas burguesas contaban con túneles que las conectaban. De hecho he tenido ocasión de ver antiguas haciendas de Reino Unido que albergaban bajo sus suelos complejos laberintos y restos de rituales satánicos; una práctica al parecer más común de lo que creemos entre la alta burguesía de la época.
Algunas leyendas evolucionan, se les añaden sucesos inventados o no, con los pasadizos de Cortijo Jurado ha ocurrido exactamente eso; no sabemos hasta que punto es verdad. Se cuenta que durante las obras del Cortijo Colmenares la tierra se tragó un camión. Tras este hecho se procedió a tapar el socavón rápidamente con cemento; quien sabe si para evitar manchar el nombre de tan ilustres personajes de la historia malagueña o para evitar que las obras se tomaran demasiado tiempo.
¿Que hay de verdad en esta leyenda?
Lo cierto es que los pasadizos subterráneos existen y son accesibles desde el establo del propio cortijo; hay pruebas visuales de ello. Por desgracia no pueden recorrerse ya que a los pocos metros nos encontraremos con un muro de hormigón, imposible de atravesar incluso con un pico. Parece ser que fueron los dueños del cortijo alrededor del año 1950 quienes los cerraron, enterrando tras esos gruesos muros parte del misterio de la masía.
Sucesos paranormales
Por si fuera poco hay que sumar a la leyenda la cantidad de sucesos paranormales que allí han acontecido. Son incontables las grabaciones en las que se pueden oír voces sin un origen determinado. En no pocas ocasiones estas voces con una claridad cristalina parecen querer comunicarse con quien allí se encuentra.
Hay testimonios que indican haber visto una figura materializarse en el patio, lugar donde según las mismas voces indican se encuentran enterrados cuerpos a varios metros bajo el suelo.
No falta quien dice haber sido testigo de una figura asomándose desde uno de los torreones del caserío.
Un cortometraje maldito
En el año 2000 se rodó un cortometraje relacionado con el mundo de Lovecraft. Accidentes, incendios y otros infortunios al final acabaron imposibilitando que la película viera la luz.
Al finalizar la filmación uno de los actores cayó por el hueco de un ascensor provocándose graves heridas; tras ser dado de alta desapareció y no se volvió a saber de él. Durante el rodaje las baterías de las cámaras se descargaban y muchos miembros del equipo creían sentir presencias.
Al editar la película los discos duros se borraban o las imágenes sufrían desperfectos, al final se tuvieron que dar por vencidos. - Fuente
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