jueves, 17 de marzo de 2022

Desaparición de David Guerrero Guevara (El niño pintor)


David Guerrero desapareció en Málaga el 6 de abril de 1987. Su caso ha quedado grabado a fuego en el inconsciente colectivo y se encuentra entre los más desconcertantes dentro de las desapariciones de alta extrañez.


Eran cerca de la seis de la tarde. David, como cualquier otro día, acababa de regresar a su casa de la escuela junto a su hermano. Merendó, recogió las cosas de su habitación y se cambió de ropa. Era una fecha especial para él. Y es que uno de sus cuadros formaba parte de la exposición Recorriendo la Semana Santa, que se iba a inaugurar en la galería de arte La Maison, en la calle Parcent.

Decidió vestirse de forma elegante para la ocasión. Zamarra, jersey blanco, vaqueros y zapatos deportivos. Salió de su domicilio, situado en la calle Sargento García -en la barriada malagueña 25 años de paz- y se dispuso a cruzar los cien metros que separaban el portal de su vivienda de la marquesina en donde se paraba el autobús que le llevaría al centro de la ciudad. Entrada ya la noche, sus padres -José Guerrero y Antonia Guevara- comenzaron a preocuparse. No era normal que su hijo no hubiera regresado a casa.

Después de esperar veinticuatro horas, sus progenitores decidieron presentar la pertinente denuncia en comisaría. «Primero -detalló el padre del muchacho- fui a la galería, por si todavía no había acabado. Me asomé y como no estaba fui a buscarlo a la peña. Me extrañó que no hubiera acudido allí, por lo que volví a la sala».

Los días pasaron sin tener noticias sobre David Guerrero. Mientras, la prensa comenzó a informar sobre el enigmático caso. «Extraña desaparición de un joven pintor malagueño», rezaba el titular del rotativo Sur. «El joven David Guerrero, de trece años de edad, se encuentra en paradero desconocido desde la media tarde de anteayer, en que no apareció por la galería de arte La Maison, adonde tenía previsto acudir».

El inexorable paso del tiempo aumentó el misterio, que se alimentó ante la total ausencia de pistas. La ciudad comenzó a sentirse conmocionada y sus gentes se unieron con un mismo fin: encontrar al «niño pintor».

Y es que hasta 10.000 personas se llegaron a manifestar por las calles de Málaga para reivindicar mayor dedicación y esfuerzo de las autoridades judiciales y fuerzas de seguridad, que finalmente llegaron a movilizar todos sus recursos. Cuerpos policiales, investigadores, sanitarios y militares trabajaron conjuntamente en las labores de búsqueda, durante las que se escrutaron decenas de parajes, aldeas y ciudades… Sin resultado.

Cualquier intento por descubrir donde se encontraba David Guerrero terminaba en un callejón sin salida. De acuerdo al comisario José María García Calabuig, «el gran problema con el que nos hemos topado es que nadie lo vio salir de su casa, lo que nos hace suponer, y recalco que es una hipótesis, que probablemente lo esperaban. Además, ese día se dieron unas circunstancias especiales ya que coincidió con la visita de S. M. la reina Sofía a Málaga y, puesto que esa zona correspondía a uno de los itinerarios trazados, había una rigurosa vigilancia, tanto de policías de paisano como de uniforme, lo que nos induce a descartar que fuera introducido a la fuerza en un vehículo».


Las investigaciones se prolongaron durante varios meses. Instituciones oficiales y ONGs se unieron en la búsqueda. Incluso, el entonces secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, llegó a mostrar su preocupación por la desaparición cuando viajó a Málaga y se reunió con la familia Guerrero Guevara.

«Lo que hace diferente a este caso es que no hay nada. Es una desaparición limpia. Sin testigos, como si se lo hubiese tragado la tierra o se hubiera disuelto en el aire. Muchas veces he llegado a pensar que si alguien quisiera hacer desaparecer a una persona tendría que utilizar el mismo método que lo acaecido alrededor del niño pintor. En el caso de David Guerrero no hay nada. Se han planteado mil hipótesis. Se ha buscado en todos los lados. Se ha investigado cualquier pista que nos ha llegado… Nadie puede desaparecer así», señala José Luis Calvo, presidente de PRODENI, una de las agrupaciones que se afanó en la búsqueda del niño desaparecido.


A lo largo de estos años, algunas pistas hicieron despertar el optimismo. La primera que parecía albergar sospechas surgió a finales de 1988, cuando un matrimonio de profesores españoles, durante un viaje a Portugal, afirmó haber visto al joven malagueño pintando en las calles de Lisboa, pero la pista no resultó válida y se abandonó la búsqueda en esa dirección.

La última línea de investigación cobró una fuerza inusitada. Las fuerzas de seguridad del Estado -como así pudimos corroborar con los responsables policiales- identificaron a un ciudadano suizo de setenta años de edad que podría estar implicado en la desaparición de David Guerrero.

El individuo, de buena posición económica, separado y con varios hijos, habría logrado, presuntamente, engañar al muchacho o convencerle para que abandonase su domicilio, una pista que adquirió crédito cuando en el domicilio de Guerrero Guevara se halló una caricatura de una persona de similares características faciales a las del sospechoso.

Más tarde se supo que existía una conexión entre ambos, según se averiguó gracias al testimonio de la empleada del hotel donde estuvo alojándose el misterioso personaje entre los meses de marzo y abril de 1987. Desgraciadamente, la investigación cesó cuando el sospechoso falleció en enero de 1990.

La pregunta es obvia: ¿se encontraba David Guerrero en Suiza? Y emergieron nuevas cuestiones: ¿podría haber sido engañado y pertenecer realmente a algún tipo de sociedad de turbios asuntos? Lo único cierto es que no se ha vuelto a tener noticia alguna del niño pintor desde que desapareció aquel 6 de abril de 1987.


Atrapados en el tiempo

La familia Guerrero Guevara, que lleva su dolor y esperanza en silencio, atendió a Enigmas, pese a que lleva años alejada de los medios de comunicación. «Es una cosa muy rara porque mi niño era un niño que, como he dicho tantas veces, no tenía amigos. Él no iba a jugar a la calle porque no le gustaba. Sólo estaba con su hermano, siempre pintando», nos cuenta su madre, en cuyo hogar la habitación del niño sigue como entonces.

Sus pinceles y pinturas, borradores y lienzos en blanco, estanterías con los libros de arte… Como si nunca se hubiera ido. Como si en cualquier momento fuera a volver a casa para cenar y dormir. Como si nada hubiese pasado. Como si el tiempo se hubiera quedado atrapado. «En casa no hablamos del tema. Yo no puedo hablar con mi marido de David. No puedo… Es que no puedo».

El rostro de sus padres muestra el sufrimiento arrastrado durante tanto tiempo. Se aferran a la esperanza del retorno de su hijo. No en vano, por las noches, el cerrojo superior de la puerta del domicilio no se cierra con el anhelo de que cualquier día o noche vuelva al hogar. El mismo dolor y la misma fuerza con la que su hermano Raúl hacía el primer llamamiento público a través de los micrófonos de la Cadena SER Málaga durante las navidades de 1987.

Antonia Guevara, la madre de David.
Antonia Guevara, la madre de David.


Un mensaje que aún perdura en el tiempo:

«Hermano David, ya hace nueve meses que saliste de casa y ni nosotros, ni nadie más, sabe de ti desde aquel 6 de abril que desapareciste. Estas navidades tu ausencia se hace mucho más grande y dolorosa. Si me estas escuchando, David, que sepas que te habla tu hermano, tu amigo, tu compañero en esa pasión, tuya y mía, de la pintura. Aquí está esperándote toda la casa. Mamá ya no tiene lágrimas de tanto llorar. Papá, llora para adentro como los hombres. Nuestro hermano Jorge, igualmente, vive en la esperanza de tu regreso. Te propongo una cosa: vuelve. Da señales de vida. Vuelve para hacernos las navidades más felices del mundo. Aquí te esperamos, junto a la mesa y la silla. Tu silla, tu sitio, tu lugar y tu comida… Tenemos una cosa: esperanza, ilusión en que volverás. Regresa a tu casa David».  – Fuente


Reabren el caso del ‘niño pintor’ 33 años después: uno de los mayores enigmas de la historia criminal

13 febrero, 2020 – Fuente

La Policía Nacional ha reabierto el caso del ‘niño pintor’ de Málaga casi 33 años después, según informa ‘Diario Sur‘. Se trata de la desaparición de David Guerrero Guevara el 6 de abril de 1987 cuando sólo tenía 13 años. Se trata de unos de los casos más misteriosos de España y que nunca se resolvió: quedó archivado en 1996.

Aunque se le dio oficialmente por fallecido por la familia para poder resolver un trámite legal de una herencia, su familia nunca ha desistido y tampoco la Policía, para quienes siempre ha sido un caso pendiente de resolver.

Ahora, los agentes de la Unidad Adscrita analizan el expediente con ayuda del Grupo de Homicidios para poder investigar desde un prisma distinto. Esta noticia llega después de que Jorge Guerrero, hermano mayor del niño, emprendiera junto al periodista Daniel Carretero una revisión del caso.

Fue entonces cuando la familia y la comisaría comenzaron a recibir anónimos que aportaban posibles pistas del caso. Ese informante dio el nombre de una persona que podía estar implicada en el crimen: Gervasio, un hombre vinculado a la peña El Cenachero, lugar donde el niño pintor se tenía que dirigir para recibir clases de pintura aquella tarde.

También se localizó a una testigo que situaba a David Guerrero en la galería La Maison, lugar donde se exhibía un cuadro que pintó al Cristo de la Buena Muerte. Otras dos personas indicaban que fue visto en las escaleras del edificio de la peña El Cenachero.

Tres personas clave ya que la investigación que se hizo entonces situaba el último rastro del ‘niño pintor’ en la puerta de la casa familiar cuando su madre lo despedía desde la ventana. Él se dirigía a coger un autobús, pero ningún conductor vio al niño.

Jorge Guerrero y el periodista también recabaron otras informaciones que situaban al niño a las 18:45 en la parada de autobús del mercado de Huelin y que situaban al niño de pie dentro del autobús.

Jorge Guerrero y Gema Calderón antes de entregar la prueba del dibujo en comisaría. /Diario Sur.
Jorge Guerrero y Gema Calderón antes de entregar la prueba del dibujo en comisaría. /Diario Sur.

La desconcertante pista aparecida en octubre

De hecho, el pasado octubre, cuando la investigación ya había sido abierta, apareció una nueva y desconcertante pista del caso: un dibujo original del niño que formaba parte de la primera investigación y que apareció en casa de una amiga del niño pintor.

El dibujo que el niño pintor entregó a una amiga | laSexta.com
El dibujo que el niño pintor entregó a una amiga | laSexta.com

Gemma, una antigua compañera de clase de David, encontró en su buzón un dibujo original que él le regaló justo antes de desaparecer. Ella entregó en aquel entonces esa caricatura a la Policía Nacional y jamás volvió a saber nada de ella.

El dibujo que el niño pintor entregó a una amiga | laSexta.com

Ese dibujo, hecho a lápiz, muestra la cara de un señor que la investigación relacionó con un hombre suizo que se hospedaba en un hotel de la ciudad cuando el niño desapareció. Precisamente, en la habitación del sospechoso una camarera de piso encontró una servilleta con el nombre manuscrito de David Guerrero Guevara.

A pesar de que todas las pistas apuntaban a esa persona, la Policía no pudo detenerle a tiempo ya que esto sucedió tres años después de la desaparición y el sospechoso ya había fallecido.

Gema asegura que la caricatura que encontró en su buzón es la original ya que tiene la marca de la chincheta con la que colgó la ilustración en su habitación, además de la fecha manuscrita en el reverso.

Resulta extraña la forma en la que llegó a su domicilio actual puesto que ella no está empadronada en la casa en la que reside. Lo cierto es que la Policía cree que esa caricatura es la original ya que no se encuentra en los documentos del sumario guardados en las dependencias policiales. 

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